Desde chica me gusto dibujar, mi regalo preferido eran grandes rollos de papel y lápices de colores, cada día del niño, cada navidad o reyes mi pedido era el mismo…cuadernos… acuarelas…temperas…óleos.
Así fue como desde muy pequeña fui a talleres de dibujo y pintura… así fue como me convertí en profesora.
Todo eso quedó en algún cajón por largo tiempo porque después comencé a estudiar diseño y me dediqué solo a las materias de facultad, guardé los pinceles, las telas y los óleos por un buen rato.
Pero hace unos años volvieron esas ganas de dibujar y con bastante intensidad, comencé nuevamente los talleres, esta vez con orientación en ilustración infantil, me formaron GROSOS como José Sanabria, Gabriela Burín , Sabina Álvarez Schürmann y Mónica Weiss. A ellos les debo toda mi formación y todo mi agradecimiento.
Poco a poco, los lapicitos de colores pasaron de ser un pasatiempo a ser otra profesión para mí y como tal requiere el mismo tiempo de dedicación, el mismo entusiasmo, la misma responsabilidad y a veces hasta mas horas que el diseño.
Hay meses en los que me siento mas diseñadora y otros… mucho mas ilustradora... hay días que me siento mucho las dos cosas y eso es maravilloso.
Hay meses en los que me siento mas diseñadora y otros… mucho mas ilustradora... hay días que me siento mucho las dos cosas y eso es maravilloso.
Me pregunto por qué tantos diseñadores, ya con años ejerciendo su profesión, de pronto empiezan con ilustración, dibujo o pintura.
¿Será esa necesidad de "conectarse" con los materiales, con la mancha, con el color de manera mas espontánea y libre? En mi caso también es para "desconectarme" de todo, perderme en otro mundo, cosa que quizás no es tan posible con los diseños porque requieren absoluta concentración y constante comunicación con los clientes. La combinación de ambas es mi perfecto equilibrio.
¿Será esa necesidad de "conectarse" con los materiales, con la mancha, con el color de manera mas espontánea y libre? En mi caso también es para "desconectarme" de todo, perderme en otro mundo, cosa que quizás no es tan posible con los diseños porque requieren absoluta concentración y constante comunicación con los clientes. La combinación de ambas es mi perfecto equilibrio.
También realizo ilustraciones digitales... pero poder regular la carga de acrílico en el pincel, el agua en las acuarelas, la intensidad del grafito sobre el papel es por demás mágico y placentero.
Alguna vez le pregunté a Monica Weiss, mi Maestra:
Cuando uno sabe que ya es ilustradora?
que ya está preparada?
que tiene un portfolio profesional?
una carpeta de proyectos presentable a editoriales?
Y me respondió con gran sabiduría:
“en ese momento te vas a dar cuenta”.
Cuando uno sabe que ya es ilustradora?
que ya está preparada?
que tiene un portfolio profesional?
una carpeta de proyectos presentable a editoriales?
Y me respondió con gran sabiduría:
“en ese momento te vas a dar cuenta”.
Y es así, llegaron muchas oportunidades casi por casualidad, llegaron las ganas de escribir y desarrollar proyectos propios, siempre sintiendo esas ganas de seguir aprendiendo de los expertos.
Algunos me preguntan por qué trabajo tanto…y si, trabajo y mucho.
Pero agradecida a la vida de tener la suerte de vivir sin sentir que estoy trabajando.
Pero agradecida a la vida de tener la suerte de vivir sin sentir que estoy trabajando.
En este día de festejo, los invito a ver mi nuevo perfil en Behance con la selección de algunos proyectos.
FELIZ DIA DEL DIBUJANTE COLEGAS!
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